Nueva Corriente de Izquierda (NAR)
Los dramáticos acontecimientos en Ucrania y la escalada de la guerra en Europa tienen un impacto decisivo en la vida de los trabajadores a nivel internacional. Desde el primer momento, hemos condenado la peligrosa escalada militar en la región, provocada por Estados Unidos, la OTAN, la UE y el regimen de extrema derecha de Ucrania, por un lado, y por Rusia, por otro. También condenamos la guerra y la inaceptable invasión rusa de Ucrania, que se está convirtiendo en una operación bélica de enorme envergadura y larga duración. La guerra ha dejado ya miles de muertos y heridos en ambos bandos y millones de refugiados han huido de Ucrania. Nada puede justificar la estrategia agresiva de ambas partes. La «defensa de la libertad, la independencia y la integridad territorial de Ucrania y de Europa» y la «alianza democrática contra los regímenes y dirigentes autoritarios», tal como pretenden Estados Unidos, la OTAN, la UE, etc., son engañosas. También lo son la «defensa de los rusos y de los rusófonos en Ucrania» y la «desnazificación», como afirma Putin.
El principal objetivo de Estados Unidos y de la OTAN es reforzar el ala sudoriental de la OTAN y el retorno progresivo de Turquía a la coalición occidental. Un objetivo particular es la explotación por parte de la Unión Europea de los recursos energéticos de la región de la forma más adecuada y económicamente rentable…El capital griego trata de aumentar sus beneficios aprovechando acontecimientos concretos, como la compra por parte de los armadores griegos de numerosos buques de gas natural licuado, la participación en las nuevas redes de energía y la especulación sobre los precios.
En este contexto, la estrategia del Gobierno de Nueva Democracia ha despertado la preocupación de la población y de los jóvenes. Continuando con la política de los Gobiernos anteriores (ND, Syriza, Pasok), y especialmente de Syriza en el marco de una «alianza estratégica», Grecia se sometió a los planes de Estados Unidos y de la OTAN a principios del año 2020. Lo más importante es que el acuerdo de cinco años sobre las bases estadounidenses convierte a Grecia en una zona estratégica para los planes militares estadounidenses. El Gobierno de Nueva Democracia lo cerró y se espera que se vote en el Parlamento. Refuerza el compromiso de Grecia con los planes de Estados Unidos y la OTAN. Señala la ambición del Estado y el capital griegos por hacerse con una parte de la región. Además, el acuerdo con Francia, el ingente armamento, los compromisos de apoyo militar de las misiones militares de la UE, incluso en África, los planes para el desarrollo y la intervención independiente del euroejército subrayan el peligro de la política burguesa.
Los pueblos no tienen nada que ganar con la competencia imperialista. La lucha constante contra el «enemigo en nuestro propio país», contra los acuerdos estratégicos entre Grecia, Estados Unidos y Francia y las potencias que los han firmado, contra el capital y el Gobierno que se alinea con la política belicista de Estados Unidos y la OTAN es la única manera de garantizar la paz.
La cuestión crucial es el vínculo entre la lucha antibélica y la lucha de las clases sociales. En un momento en que los Gobiernos intentan hacer recaer todo el peso sobre los trabajadores y los jóvenes (energía y alimentos extremadamente caros, déficits presupuestarios, deuda pública), es muy importante formar un marco de clase unificado de reivindicaciones contra la guerra y un movimiento correspondiente. Éste debe socavar el intento de formar una «alianza nacional» unificada bajo la hegemonía burguesa, creando las condiciones para una fuerte resistencia.
The article in English
NAR: Governments try to impose the burdens on workers and youth